
Pepito y su pandilla tendrán problemas si no le pagan a Don Joaquín, el dueño de la huevería, los destrozos que le ocasionaron en su toldo. La pandilla de Toño no les va a ayudar demasiado. Pero ahí están ellos y su perro Dragón dispuestos a buscar alguna solución. No se imaginan la sorpresa que se van a llevar.
1 comentarios:
Cuantos recuerdos me traen estos libros. ¡Mi infancia!, ya queda muy lejana en el tiempo. Creo que disfrutábamos mucho leyendo en esa época. Lo hecho de menos en los niños y niñas del s.XXI.
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